Ancestral

Qué puedo decir…

Mi vida ha dado un cambio de 180 grados, lo que antes creía era simplemente un espejismo de aquello que anhelaba. No sabía lo que realmente buscaba hasta que encontré sus brazos.

Fue algo tan inesperado, llegó a mi vida como un rayo, y con su luz me dejó ver el camino que debía seguir.

Yo me acerqué sin saber qué me esperaba, sin saber si saldría herida ante aquellos destellos que irradiaban de su ser. Pero su magnetísmo me impedía detenerme. Era una atracción ancestral. Todo lo que podía ver me hacía querer ver más.

Era un completo misterio, y yo quería más. La curiosidad invadía mi cuerpo, y poco a poco se fue apoderando de mi ser. Y todo lo que quería era conocer más allá de lo externo. Quería deleitarme de su luz y que me consumiera. Quería ser parte de ello con una necesidad absurda.

Una vez me fui adentrando más allá de lo que se podía apreciar, me di cuenta de que ese era el lugar al que pertenecía.

Miles de historias debieron de pasar para que encontrara mi realidad. No podía sentirme parte de nada hasta ese momento. En ese instante comprendí que mi alma siempre estuvo atada en ese lugar, sin importar el tiempo pasado y las vidas vividas, yo simplemente pertenecía a ese momento, a ese lugar, a ese ser.

Deja un comentario